Ficción en tres párrafos Opinión

El hombre que hacía planes

El hombre que hacía planes creía diseñar el futuro desde una oficina sin ventanas. Afuera, la realidad jamás obedecía sus documentos. Un cuento sobre el poder, la ilusión del orden y los planes que nunca fueron pensados para cumplirse.

Cada viñeta, que se publica cada domingo, es un retrato breve y mordaz de lo que el reportero ve, escucha y vive: funcionarios que hablan más de lo que hacen, obras públicas que benefician a los poderosos y empresarios voraces y corruptos, discursos vacíos y ciudadanos que, entre la resignación y la ironía, siguen su camino. / “Los violentos de Tierra Caliente”

Aquí no hay moralejas ni concesiones: sólo historias que parecen inventadas… hasta que el lector y la lectora recuerdan que, en Michoacán, la realidad siempre se encarga de confirmar la ficción.


Ficción en tres párrafos…

(Viñetas de la vida sociopolítica, cultural y ambiental de Michoacán)

Gilbert Gil Yáñez*

El hombre que hacía planes —así le decían en voz baja— trabajaba en una oficina sin ventanas donde todo era papel: papeles que ordenaban, papeles que prometían, papeles que, en apariencia, decidían el futuro. Cada mañana afinaba un documento maestro: uno dibujaba carreteras perfectas, otro hospitales que funcionaban sin fallas y otro un estado donde nada dolía.

Mientras escribía, imaginaba pueblos alineados, obedientes, funcionando como debe funcionar un territorio bien administrado. Trazaba flechas, estrategias, objetivos; todo encajaba, todo lucía limpio, lógico, impecable. Afuera, la historia era otra. Pero él no escuchaba. Su tarea no era mirar la realidad, sino organizarla hasta que cupiera en sus documentos.

Cuando finalmente presentó el plan —pedido a deshoras la noche anterior— los funcionarios aplaudieron, los empresarios sonrieron y la prensa anunció que, por fin, “había rumbo”. El hombre que hacía planes salió satisfecho, convencido de ser el arquitecto del futuro. Nadie se atrevió a decirle que su gran obra, ese plan maestro, ya estaba condenado al fracaso. Porque lo que nunca supo el hombre que hacía planes es que sus planes no estaban hechos para cumplirse, sino para seguir siendo eso: planes.


Nota del editor

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera (y triste) realidad. Ningún personaje de esta narración representa a alguien en específico… pero si usted cree reconocerlo, es porque probablemente existe.


¿Quién es Gilbert Gil Yáñez?*

Conoce a fondo el oficio del periodismo. Desde el reporteo diario hasta la reingeniería de medios. A lo largo de su carrera, ya sea en la calle o detrás de un escritorio, se ha destacado como un profesionista comprometido, responsable e inquisitivo. Su concepto de periodismo se centra en contar historias, involucrar a la gente en su propia realidad y mirar los hechos con perspectiva.

Es precisamente su visión microhistórica del quehacer periodístico lo que distingue su trabajo. Unido a este enfoque, es irremediablemente crítico, analítico y propositivo, con ese característico “olfato periodístico” que lo define.


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