Reportajes

Impactos a la subcuenca del río Duero

Hay diversas problemáticas que han impactado la subcuenca: crecimiento urbano, deforestación, cambio de uso de suelo, contaminación urbana y residuos de la agroindustria de exportación.

Desde hace décadas la desidia gubernamental ha dejado fuera de sus prioridades la atención al deterioro de la subcuenca del Río Duero y su cauce. Ha sido un pendiente “pateado”, en más de 30 años, por administraciones municipales, estatales y federales.

Esto, a pesar de diversos estudios, realizados en las últimas dos décadas, y de la pérdida de cobertura vegetal en la subcuenca y de la contaminación en torno al cauce federal.

Hay diversas problemáticas que han impactado la subcuenca: crecimiento urbano, deforestación, cambio de uso de suelo, contaminación urbana y residuos de la agroindustria de exportación.

Actualmente, el gobierno de Michoacán, de la mano de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunciaron el “saneamiento de la cuenca del río Duero” la cual tendrá una inversión de 713 millones de pesos.

Sin embargo, según el recurso del proyecto de saneamiento, no va a las zonas altas de la subcuenca, donde se recargan los mantos acuíferos, sino que se destinará a la dotación de infraestructura hidráulica de 10 municipios que beneficiará, en realidad, a la agroindustria de exportación.


TEXTO: GILBERT GIL YÁÑEZ / en15dias.com

I. CARACTERÍSTICAS DE LA
SUBCUENCA DEL RÍO DUERO

El crecimiento urbano, la deforestación, el cambio de uso de suelo, la contaminación urbana y los residuos de la agroindustria de exportación han impactado la subcuenca del Río Duero y al cauce del mismo nombre.

Esta subcuenca es muy importante por sus características.

La subcuenca del río Duero se encuentra ubicada al noroeste del estado de Michoacán. Pertenece a la Jurisdicción regional administrativa número VIII Lerma-Santiago-Pacífico que está dentro de la región hidrológica número 12 Lerma-Santiago.

Pertenece al eje Neovolcánico y se encuentra inmersa en la zona de recarga de tres acuíferos: Ciénega de Chapala, Yurécuaro – Briseñas y Zamora.

A pesar de sus problemáticas, es una “cuenca noble” ya que contiene uno de los afloramientos más importantes de manantiales y pozos en sus cerros.

Una cuenca es un territorio cuyas aguas fluyen todas hacia un mismo río, lago o mar, y a esta clase de cuencas se les llama “cuencas hidrográficas”.

Para el doctor José Luis Pimentel Equihua, quién ha estudiado sus impactos, “es una zona fundamental, ya que ahí es la recarga de los mantos acuíferos”. 

Señala que hay dos aspectos por los cuáles podríamos estar optimistas con la subcuenca: su precipitación anual y las aguas superficiales. 

“Eso sí, gracias a esta precipitación pluvial tan favorable tenemos este ese optimismo en la cuenca.  El otro aspecto es que los acuíferos subterráneos si van a la baja, pero todavía encontramos perforaciones, no tan grandes, digamos que estamos hablando de perforaciones de 200, 300 metros. Entonces, digamos que todavía la cuenca, en términos hídricos, es noble”.

El doctor José Luis Pimentel Equihua lleva más de dos décadas estudiando esta subcuenca, sabe de su nobleza pero también de algunos de los problemas que la amenazan


¿Quién es José Luis Pimentel Equihua?


“La subcuenca del río Duero es noble ya que aún se abastece por manantiales, agua subterránea y pluvial”. 

Sin embargo, explica esa nobleza a llevado a la subcuenca del río Duero al acecho de la agroindustria ya que todavía hay mucha agua por los niveles de precipitación en esa zona.

“Y gracias a eso también se están expandiendo tanto los cultivos intensivos, ¿verdad? Porque todavía da bastante agua y digamos todavía dispone de un espacio agropecuario importante”.

En términos de sus características hidrográficas, esta subcuenca todavía conserva su vocación agropecuaria, sin embargo, su explotación trae consigo cinco problemáticas que la impactan severamente. 


II. LOS CINCO FOCOS ROJOS DE
LA SUBCUENCA DEL RÍO DUERO

En entrevista con en15dias.com, el doctor José Luis Pimentel Equihua, ingeniero agrónomo por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, identifica cinco focos rojos en la subcuenca que se deben atender actualmente: la falta de cobertura vegetal, la erosión de los suelos, frenar la frontera de la agroindustria de exportación, la contaminación del agua por agroquímicos y los residuos sólidos.  

DISMINUCIÓN DE COBERTURA FORESTAL

Las graves señales de degradación en la subcuenca, y por ende en el cauce federal se dan a causa de la tala y deforestación para el cambio de uso de suelo.

Pimentel Equihua señala que en términos de su vegetación, la subcuenca del río Duero “es muy importante”.

“Todavía conserva vegetación y densidad de la vegetación. Es muy importante, conservar los bosques, conservar algunas áreas todavía que te dan optimismo, pero hay otras áreas en donde ya la cuenca, ya tiene problemas de deforestación serios”.

El también doctor en Ciencias por la Universidad de Córdoba, España identifica como primer punto la conservación de la cobertura vegetal.

“Eso es clave, es decir, cuidar la vegetación. Llámese reforestación de plantaciones, llámese de muchas formas, la esencia es que esa cuenca tiene que tener una cubierta de vegetación importante sobre todo en las partes altas”.

“Ahí me centraría si yo fuera responsable de tomar decisiones en esa cuenca; necesita ser reforestada y necesita ser cuidada en su vegetación”.


EROSIÓN DEL SUELO

El segundo aspecto, que se conjunta con el primero, que causa la degradación de la subcuenca, es la erosión.

“Yo evitaría, en la medida de lo posible, la erosión de los suelos. Y eso significa que yo tendría que cuidar todo lo que son los cauces, barrancas, arroyos; lo que son las arrugas de una cuenca o de una subcuenca”.

“Ahí me centraría como aspecto número dos: cuidar el suelo”.

“Porque hay mucho suelo que se erosiona cada año; en la época de lluvias los ríos llevan un color rojizo, tanto el dren, como el dren “A”, como el río Duero, como prácticamente todos los arroyos. Usted los va a observar con un color marrón y eso significa que llevan toneladas de suelo río abajo o aguas abajo. En eso me centraría”.


CONTENER LA FRONTERA AGRÍCOLA

El tercer aspecto en el que se centra el investigador José Luis Pimentel Equihua es el de “contener la frontera agrícola”.

“La frontera agrícola está acabando con muchos de los elementos que comentamos. Por ejemplo: está acabando con la vegetación. Y ya se está subiendo la frontera agrícola a los cerros”.

Explica que “eso va a ocasionar muchos problemas, no sólo por la deforestación, sino también por el calentamiento global”.

Apuesta por una regulación de la subcuenca y la zona agrícola. “Tenemos que tener ya un orden en el crecimiento de la frontera agrícola. No la podemos dejar a la libertad de que todo mundo deforeste y haga este el cambio de uso de suelo”.

Los monocultivos de fresa, aguacate, zarzamora se han vuelto cultivo de alta rentabilidad que ha incentivado el incremento en la superficie para su producción.

Sin embargo, esta alta producción conlleva deforestación.  Las investigaciones alrededor de la degradación del ecosistema han evidenciado este desastre ecológico durante dos décadas.

Los datos del investigador coinciden en las conclusiones del libro “Saneamiento integral de una cuenca hidrográfica”, en el cuál se realiza un panorama de las características, atributos y amenazas a la subcuenca del río Duero. 

En el documento realizado por Rodrigo Moncayo-Estrada y José Alberto Zarazúa se identifica las áreas que fueron deforestadas y que cambiaron su uso de suelo.

“En la cuenca, los factores de destrucción de la vegetación incluyen la deforestación para cambio de uso del suelo con fines agrícolas, frutícolas y hortícolas, con aproximadamente 30, 518 ha. También la explotación forestal inadecuada, principalmente la tala clandestina, con una estimación que indica que por cada metro cúbico de aprovechamiento autorizado se talan dos metros cúbicos de madera ilegal”, se destaca en el libro.

“En muchas de éstas se han implementando cultivos de alta rentabilidad como el aguacate, brócoli, papa y otros frutales. Además nos permite conocer que la masa forestal mayor, como es el pino-encino, está tendiendo a desaparecer. Esta masa forestal es eliminada y como no hay una reforestación, se presenta la sucesión vegetal con matorral subtropical, dejando que la masa forestal mayor tienda a desaparecer, lo que tendrá consecuencias en el incremento de la erosión hídrica además de la disminución del volumen en los acuíferos”.

Hay que recordar que la zona de manantiales de Carapán, que es donde nace el río Duero, se debe a la recarga de acuíferos que se da en la parte alta de la cuenca y que corresponde al macizo forestal ubicado en una porción de la meseta purépecha.

La explotación forestal inadecuada, sobre todo la clandestina, así como los desmontes para fines de ampliación de zonas agrícolas y frutícolas, se han convertido en factores que restan superficie a las zonas boscosas, modificando su composición y estructura.

El libro concluye: “es clara una disminución en la cubierta vegetal, que ocasiona problemas de pérdida de suelo, poca retención de agua y menos recarga de acuíferos”.

“Esta disminución se explica, sobre todo por la deforestación por cambio de uso de suelo con fines agrícolas, frutícolas o ganaderos”.


En una revisión de en15dias.com en la plataforma de la Global Forest Watch, se pudo constatar la pérdida de la cobertura vegetal en los municipios que integran la subcuenca del río Duero.


INCAPACIDAD EN EL MANEJO DE RESIDUOS SÓLIDOS

Otro factor de la degradación de la subcuenca son los residuos sólidos.  Todo tiene su origen en la selección inadecuada de los sitios para su depósito: cañadas, arroyos, zonas inundables, bancos de material.

En la cuenca hay 13 sitios de disposición final de basura sin control alguno, definidos como tiraderos a cielo abierto, según la información de la Semarnat de 2020.

Zamora, la ciudad más grande de la subcuenca, tiene su relleno sanitario, pero su ubicación no cumple con la normatividad vigente.

Se calcula, que la ciudad de Zamora genera entre 300 y 400 toneladas de basura al día.

“Estos residuos sólidos, pues evidentemente van muchos de ellos a contaminar los acuíferos de los arroyos. Es común encontrar basura dentro del cauce del Río Duero”.

Además, está comprobada la presencia de bacterias que indican contaminación en la Presa Verduzco, Río Tangancícuaro y La Estanzuela, por este problema.

“Evidentemente se tendría que hacer una buena campaña para tratar de reciclar todos los residuos sólidos que se generan”, destaca.


III. RÍO DUERO, UN PROBLEMA
DE CONTAMINACIÓN

El doctor identifica la contaminación del río Duero como el quinto aspecto a atender.

Los 52 manantiales distribuidos en varios cerros de la subcuenca, por su característica de zona de origen volcánico montañosa y serrana, dan origen al cauce llamado río Duero.

El río se desprende de la cuenca alta en la región de Carapan. Nace al oriente de la subcuenca del Río Duero, en los cerros El Tecolote y El Tule.

Es formado por la confluencia de los ríos Chilchota, Tlazazalca y El Pejo; toma el nombre del Río Duero a partir de la estación Camécuaro, cruza el Valle de Zamora con dirección sureste-noroeste, y atraviesa la Ciénega de Chapala para confluir finalmente con el Río Lerma.

Pasa por los municipios de Zamora, Jacona, Tangancícuaro e Ixtlán que son los centros de población más importantes de la subcuenca.

Debido a que durante todo el año recibe aportaciones de manantiales ubicados al sur y al oriente de la zona, originados en rocas basálticas, así como del acuífero del valle, su régimen es perenne.

El río tiene 108 kilómetros de largo y es un río que no es muy caudaloso, pero lo importante es que todo el año da agua por los 52 manantiales. Su importancia hídrica radica en la aportación de agua que da al Lago de Chapala; es uno de sus afluentes más importantes.

Este río, no es cualquier lugar contaminado de México, es considerado, por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Nacional del Agua, como uno de los 39 “focos rojos” de agua contaminada identificados en un análisis elaborado en 2019.

ENLACE A NOTA https://contralinea.com.mx/investigacion/son-39-los-focos-rojos-hidricos-en-mexico/

Para el investigador, la contaminación del río Duero viene de dos agentes: los centros de población, y la generación de residuos; y la agroindustria de exportación, y sus plásticos y agroquímicos.

El doctor José Luis Pimentel Equihua explica que la contaminación del río Duero comienza cuando pasa por los centros urbanos con alta densidad poblacional.

La subcuenca tiene centros de población importantes como Zamora, Jacona, Tangancícuaro e Ixtlán. Tan sólo entre Tangancícuaro, Jacona y Zamora tienen una población de 308, 897 habitantes.

Incluso, ya se ha propuesto que se maneje como un conjunto integral de centros urbanos para poder atender las problemáticas regionales como la contaminación del río.

Se le pregunta al investigador: ¿Es el río Duero “el gran contaminador”?

“Efectivamente cuando nace (el río Duero) nace con una mínima contaminación. Es prácticamente agua limpia toda la parte de la Cañada de los Once Pueblos, aunque ahí ya empieza un poco la contaminación por las mismas actividades cotidianas de la gente, pero no son grandes núcleos de población”.

El investigador identifica que en Chilchota empieza a observarse ya la contaminación. “Ahí tenemos ya registros de cómo va subiendo los contaminantes y empieza digamos; se suma Jacona, se suma Zamora entonces a medida que usted va bajando sí se va sumando ya la contaminación, eso sí es definitivo”.  

El investigador pone un ejemplo contundente: “Cuando sale de Camécuaro y se junta con el río Duero, allí, en esa parte de Las Adjuntas, se ve clarísimo dos colores de agua, el agua limpia de Camécuaro y cómo viene ya contaminado el río Duero”.

“Entonces se suma agua limpia al agua contaminada; es cuando uno dice: ‘deberíamos de hacer algo por separar esa agua’. Es decir, que el agua limpia tuviera su cauce limpio y que se utilizará como agua potable que se utilizara como para otros usos que requieren de mayor calidad”.

Para José Luis Pimentel Equihua “sí hay certeza de que las ciudades están contaminando el agua ¿por qué? Porque pues los drenes y los drenajes y prácticamente todo lo que fluye hacia el río Duero pues son los residuos urbanos prácticamente de toda la subcuenca”.

No sólo los residuos urbanos de los centros de población impactan al río. La propia agroindustria desecha miles de  plásticos y residuos de agroquímicos que afectan agua, tierra y aire.


FOTO: Doctor José Luis Pimentel Equihua.

RESIDUOS DE LA AGROINDUSTRIA

Se estima, las cifras más conservadoras, que tan sólo en los municipios de Tangancícuaro, Zamora y Jacona hay más de tres mil 500 hectáreas y cada hectárea desecha cuatro toneladas de plástico.

El modelo agrícola que está vigente en Zamora, y en muchos lugares del país, tiene varios problemas; uno es que se está utilizando demasiado plástico”, explica el investigador.

El doctor José Luis Pimentel Equihua detalla que en el Valle de Zamora es evidente la problemática ya que a simple vista uno puede observarlos. “Usted lo va a encontrar por todos lados”.

Durante los recorrido que ha realizado se ha encontrado al menos cuatro tipo de destinos finales de los plásticos. Ninguno de ellos legal ni autorizado.

  • Quema de plásticos: Durante los recorridos que el investigador realiza se ha encontrado con bordos de parcelas donde se está quemando el hule que se utilizan para los monocultivos.

“Así, montones de hule que se queman; ese es un destino”, señala el investigador.

“Eso no debería ocurrir en términos de medio ambiente, de la salud. Imagínense, todos los contaminantes que se están este vertiendo hacia la atmósfera, hacia el aire, que después vamos a respirar”, señala.

  • Incorporan plásticos al suelo: El investigador explica que otra modalidad es la de destrozar los plásticos y realizar una especie de “barbecheo”, que consiste en arar el suelo sin sembrarlo para que pueda descansar.

“Hay incluso plásticos que se barbechan, se incorporan a los suelos, se llega con un arado. Y nos ha tocado ver, tenemos imágenes de eso de cómo destrozan esos plásticos y hay gente que los incorpora otra vez. Y usted los puede ver en el suelo ya este “barbechado” las tiras de plástico, entonces usted está agregando petróleo al suelo”.

FOTO: Doctor José Luis Pimentel Equihua.
  • Tumbas de plásticos: Otro de los destinos finales de estos plásticos y que el investigador Pimentel Equihua ha registrado son las “tumbas de plástico”.

“La gente hace hoyos y entierra los plásticos, como si fueran tumbas de plástico”, explica.

Señala que a la “orilla del río se hacen tumbas y ahí los meten y después les echan tierra y haga de cuenta que no se ve nada, pero ahí está el plástico entonces cuando lleguen las lluvias, cuando esto tenga una descomposición, que la está teniendo de manera gradual, pues todos esos residuos se van a incorporar a los acuíferos”.

  • No se recogen los plásticos: Simplemente la agroindustria tira y no recoge.

El doctor José Pimentel Equihua señala que “ya en el colmo de los colmos es que la gente simplemente los deja ahí tirados; no saben qué hacer con ellos”.


El agua del Río Duero tiene otra amenaza: los residuos de los agroquímicos utilizados en los monocultivos de exportación.

Para el investigador es un tema que ha venido aumentando en los últimos años.

Junto con el doctor José Luis Pimentel Equihua, la doctora Martha Alicia Velázquez Machuca, investigadora del CIDIR-IPN, ha realizado diversos estudios hechos en este río, los cuales arrojan desde contaminantes microbiológicos, metales pesados como plomo, además de coliformes fecales, salmonella, elevada cantidad de materia orgánica, sales solubles.

También fosfatos y nitratos derivados, no sólo de las aguas residuales, urbanas e industriales, sino también de las actividades agrícolas y de los drenajes agrícolas.

“De los agroquímicos también ya tenemos un problema muy serio”, señala el investigador y agrega “pues son responsables de la contaminación de las aguas del río”.

“El río Duero está haciendo contaminado también por esos agroquímicos y también las excesivas cantidades de fertilizantes que se aplican. Sobre todo, los fertilizantes nitrogenados”.

Otros contaminantes detectados, por los investigadores, en estudios recientes son: residuos de medicamentos de drogas, pesticidas, fertilizantes químicos, plastificantes “por ello urge la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales de la región, máxime que Zamora, Jacona y Tangancícuaro son los puntos donde se concentran los mayores niveles de contaminantes”, explica.

VIDEO ENTREVISTA

VIDEO: en15dias.com

IV. UNA CUENCA NOBLE PARA LA AGROINDUSTRIA

Durante varios años, este grupo de investigadores han realizado varios posicionamientos a favor de la conservación de la subcuenca del Río Duero, sin embargo, no han tenido respuesta.

Esta apatía gubernamental para dotar de infraestructura para la conservación y saneamiento de la subcuenca se ha dado por décadas y se refleja en falta de actividad de la Comisión de Cuenca del Río Duero.

El 30 de octubre de 2008 se creó la Comisión de Cuenca del Río Duero, sumando un total de cuatro comisiones en el estado de Michoacán, junto con la del Río Cupatitzio y el Lago de Pátzcuaro (ambas establecidas en 2004), y el Lago de Cuitzeo (en 2006).

Sin embargo, para el caso de las aguas subterráneas, la región no cuenta con ningún Comité Técnico de Aguas Subterráneas (COTAS), a pesar de contar con acuíferos sin disponibilidad de agua y sobreexplotados.

Tampoco se han creado Comités de Cuenca, los cuales son órganos auxiliares de los Consejos de Cuenca para atender problemáticas específicas en microcuencas o grupos de microcuencas.

Estas instancias de gestión del agua, establecidas y reconocidas por el Estado, en una perspectiva macro regional, están cobijadas por el Consejo de Cuenca Lerma-Chapala, instalado el 28 de enero de 1993, y por el organismo de Cuenca Lerma-Chapala-Pacífico:

A pesar de estos instrumentos de seguimiento y conservación poco se ha hecho.

El doctor José Luis Pimentel Equihua denuncia que desde el 2018 el comité no tiene actividad. “Eso dependía de la Comisión Nacional del Agua, pero desafortunadamente dejó de operar”.

Explica que en ese comité confluían distintos actores sociales de la subcuenca que permitían darle seguimiento a las acciones de conservación.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los sectores, hasta el momento, no se activó la Comisión de Cuenca del Río Duero.  

A nivel local, tras la llegada del gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, el 26 de diciembre de 2022, en conferencia de prensa, el gobierno de Michoacán, anunció, como parte de las Obras Multianuales, el “Plan integral para el Saneamiento del río Duero” que consiste en la construcción de plantas de tratamiento de agua residuales y colectores con una inversión total de 713 millones de pesos, misma que se desarrollará en dos partes, cinco municipios beneficiados en 2023 y otros cinco en 2024.

VIDEO

Actualmente, la Conagua comenzó a trabajar junto con el gobierno del estado de Michoacán en los proyectos de infraestructura hídrica en esta región.

De acuerdo a la proyección, este 2023 se pretende concluir la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas de Zamora y de los colectores en Chilchota y Tangancícuaro, además de iniciar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas en Jacona.

Para el 2024, se plantean otras acciones e infraestructura hidráulica para Pajacuarán, Chavinda, Tlazazalca, Ixtlán y Chilchota.


OBRAS DE CEAC EN EL VALLE DE ZAMORA

2023 / 393 millones de pesos

Zamora, Jacona, Tangancícuaro, Chilchota e Ixtlán

2024

Chavinda, Pajacuarán, Tangamandapio, Tlazazalca y Purépero  

Gobierno de Michoacán.

El proyecto que sólo espera la luz verde a nivel federal, para los recursos, va caminando.

El 19 de enero de 2023, el gobierno de Michoacán “cabildeó”, en una visita a la Conagua, lo que sería parte del presupuesto que se destinará a las obras. Por lo que se propuso una participación de 50-50 por ciento estado-federación.


Este 1 de febrero de 2023, en la conferencia de prensa del gobierno de Michoacán, Roberto Arias explicó cómo va el proyecto.


Sin embargo, el proyecto de saneamiento del Río Duero está pensado como una medida instrumental para la producción de cultivos de exportación, de tal manera que no se corran riesgos comerciales por su venta en fresco hacia Estados Unidos, al garantizar la inocuidad y calidad agroalimentaria en la fruta.

En el valle de Zamora, el cultivo de fresa, es un cultivo agroindustrial y de exportación; en los municipios de Zamora, Jacona y Tangancícuaro se ha convertido en una actividad productiva importante de la región y en un polo de desarrollo, tanto económico como en lo social para la comunidad del valle.

Pues el crecimiento de la actividad es notable por el aumento de los niveles de producción, industrialización y comercialización de la fresa fresca y congelada, que refleja la continua ampliación de la infraestructura productiva.

El gobierno de México reporta que entre los municipios con mayor nivel de ventas internacionales de Michoacán en 2021 estuvo Jacona con 308 millones de dólares y Zamora con 291 millones de dólares.


En la zona del acuífero de Zamora se encuentra el Distrito de Riego No. 061, “Valle de Zamora”, el cual está sustentado por varias fuentes: los ríos Duero y Tlazazalca, y los manantiales Camécuaro, La Estancia, Orandino, El Bosque, Chiripas y Presa Verduzco.

Los manantiales de la cañada de Los Once Pueblos se aprovechan para el riego de 1,200 hectáreas.

Según las estadísticas de la Conagua, en el Distrito de Riego No. 061 se derivan del Río Duero unos 292 millones de metros cúbicos al año: 208 millones de metros cúbicos al año por su margen derecha para regar unas 10,500 hectáreas. Y unos 84 millones de metros cúbicos al año por su margen izquierda para el riego de 4,500 hectáreas.

El distrito de riego cuenta con la Presa Urepetiro, al oriente de la zona ubicada en la cabecera del Valle de Guadalupe, la cual controla las avenidas del Río Tlazazalca. Su capacidad útil es de 11 millones de metros cúbicos al año y suministra agua para regar la mayor parte del Valle de Guadalupe, mediante los canales de las márgenes derecha e izquierda; los excedentes se vierten al Río Duero, aguas arriba de la estación Camécuaro.

En esta zona, los asentamientos humanos más importantes son Ixtlán de los Hervores, Pajacuarán, Chavinda, Santiago Tangamandapio, Zamora de Hidalgo, Tangancícuaro de Arista, Tlazazalca, Purépero y Chilchota.

Estos municipios su principal actividad económica es la agroindustria de exportación quien ocupa la mayor parte del agua que escurre de la subcuenca.

Según datos de la dependencia federal, hay 508 pozos para la agroindustria de exportación.

Se estima que hay zonas que se encuentran hasta 20 pozos en áreas de 4 kilómetros cuadrados, acelerando fenómenos de sobre explotación.

Desde su entrada al valle de Zamora hasta su final, antes de incorporarse como afluente del Río Lerma, el Río Duero contiene 208 millones de metros cúbicos que se usan para el riego de unas 18 mil hectáreas anualmente.

Al cuestionarle acerca de este aspecto, el coordinador de Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas, Roberto Arias señala que “se da prioridad a una zona que es importante económicamente”.

En entrevista con en15dias.com, el funcionario estatal destaca que el gobierno de Michoacán identificó al menos tres problemáticas: la deforestación, los residuos sólidos y la contaminación del río Duero.

Explica que se dio prioridad a este proyecto “porque es una de las de las cuencas que genera economía, que tiene aparte bastante agua”.

Señala que la atención que se le da a la subcuenca del río Duero viene de distintas dependencias: Medio ambiente, con el tema de residuos sólidos y la Comisión Forestal de Michoacán, con el tema de deforestación e incendios forestales por cambio de uso de suelo.  

CHECA EL AUDIO: Coordinador de Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas, Roberto Arias

Durante la conversación destaca los recursos que se destinarán, y el acuerdo con los distintos actores de la subcuenca, ya que ningún gobernador había querido poner atención a esta región.

“Se hizo una socialización del proyecto, se platicó con los módulos, con todos los actores que tienen que ver con el tema del agua y lo captaron”.

El coordinador de la CEAC es claro: “¿qué vamos a hacer con ese con ese río una vez que se que se saneó con este proyecto?, pues es como tú dices que los módulos de riego utilicen esa agua limpia y poderles generar, modernizar y cambiar la infraestructura”.

“La verdad que estamos muy entusiasmados, sin duda. Finalmente un gobernador se ha fijado en esta cuenca, porque es una cuenca muy productiva en donde se genera mucha economía”, señala en entrevista.


Para el doctor José Luis Pimentel Equihua “lograr estos equilibrios entre la parte ambiental, la parte económica y la parte social es muy difícil lograrlo, porque pues siempre le damos énfasis al aspecto económico y al empleo y la conservación de recursos naturales y del cuidado del medio ambiente van a la saga; van retrasados”.

“La cultura de exportación, digamos que, sí lo digo de manera muy drástica, pues es un mal necesario, ¿no? ¿Por qué? Porque es cierto es muy inasumible, es decir, consume mucha energía, muchos fertilizantes, muchos agroquímicos, muchos hules, pero también usted se pone a pensar todos los impactos que ha tenido en términos de comercio, de dinamismo económico”.

“Entonces, digamos que ha sido un impacto no deseado, en términos de contaminación y de medio ambiente pero cuando uno ve la reactivación económica, sinceramente uno duda y dice híjole: ‘hay que lograr un equilibrio, ¿verdad?’”.

“Y en ese sentido sí reconozco que la agricultura de exportación en el valle de Zamora es muy importante”.

Sin embargo, señala, “a nosotros si nos corresponde aportar los estudios, aportar los datos para que se tomen medidas en pro del medio ambiente, en pro de mantener la cuenca sana, de conservar el agua, de conservar su vegetación, de probar suerte para que también siga siendo una cuenca viable y que le siga dando trabajo y agricultura sana al mismo valle de Zamora al Estado y a México”, concluye el investigador.

La realidad de la subcuenca del río Duero es que el uso agrícola y los asentamientos humanos ocupan, actualmente, prácticamente la mitad del territorio.

Lo que el gobierno de Michoacán llama la recuperación de la Cuenca del río Duero, es más bien la dotación de infraestructura hídrica a municipios y al distrito de riego, ya que el gobierno no tiene hasta el momento un programa de recuperación de la cuenca alta, es decir, resolver los problemas de tala indiscriminada, cambio de uso de suelo y residuos sólidos.

La actividad de la agroindustria es el principal contaminador y un “mal necesario” con el que hay que vivir, sin embargo, a pesar de las amenazas a la subcuenca del río Duero, “el cauce aún es noble” para la agroindustria.


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