En la microcuenca del río Chiquito se encuentran cinco de las ocho áreas naturales protegidas de Morelia; su territorio alberga a especies de fauna como el Trogon mexicanus, llamado localmente “Coa” o el Ambystoma ordinarium llamado localmente “Ajolote de Montaña”, y especies de flora identificadas en peligro de extinción por normas mexicanas e internacionales como la Tilia americana var. mexicana, que localmente se le conoce como Cirimbo.
Su importancia no sólo es ecológica, sino hidrológica: esta microcuenca dota de 45 por ciento de agua de consumo a la población de la capital de Michoacán, 10 por ciento de los manantiales de San Miguel del Monte y 35 por ciento de la presa de Cointzio.
Universidad Nacional Autónoma de México
Según la información del IMPLAN, el 30 por ciento del territorio de la microcuenca del río Chiquito se encuentra sujeta a alguna categoría de protección, sin embargo, a pesar de estos decretos, el impulso al cambio de uso de suelo para la construcción de fraccionamientos y para el cultivo de aguacate que han prevalecido durante los últimos 20 años, han venido acelerando los procesos de degradación en la zona, algunos de ellos irreversibles.
Para el doctor Arnulfo Blanco García, Coordinador del Laboratorio de investigación en Ecología de la Restauración de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y especialista en la microcuenca del río Chiquito, lo primero es que las autoridades pongan como prioridad la conservación de esta zona “reconociendo su importancia ecológica”.
“Ellos (las autoridades) tienen que convencerse y reconocer la importancia de esta zona porque me parece que no están convencidos, si no no habríamos hablado de tantas obras de infraestructura que se han hecho dañando estas zonas tan relevantes por su biodiversidad y por los servicios hidrológicos que presentan”.
Para el especialista, hay tres puntos importantes en el asunto de la conservación: Reconocer la importancia ecológica de la microcuenca del río Chiquito; respetar los instrumentos legales de conservación y protección; e incentivos económicos para que la gente no cultive aguacate o no promueva los fraccionamientos con la venta de su tierra.
“Primero es darse cuenta de ello y después respetar los instrumentos legales que ya tenemos para conservar esa zona, y además tener los incentivos económicos para que la gente diga: ‘pues no: para que planto aguacate o para que hago un fraccionamiento si me conviene, tanto en lo económico como en lo ambiental, tener mejor la masa forestal’”.
“En las tres acciones, pues realmente estamos reprobados; estamos muy deficientes, tristemente, y por eso sucede el caos que tenemos en la parte sur del municipio de Morelia, en la microcuenca del río Chiquito”.
En entrevista con en15dias.com, tras el anuncio del gobierno de Michoacán de iniciar estudios de prefactibilidad para la construcción de dos presas en la microcuenca del río Chiquito, en el municipio de Morelia, el investigador Arnulfo Blanco García, destaca que “tenemos que voltear a ver ese pedazo de tierra que todavía conserva elementos naturales; que tiene especies en peligro de extinción, de flora y fauna y que debemos conservarlo”.
“Porque si perdemos eso, de verdad, ya casi perdimos todo lo natural que teníamos en el municipio, en la microcuenca. Ya no hay más…”.
ENTREVISTA Dr. Arnulfo Blanco García / Coordinador del Laboratorio de investigación en Ecología de la Restauración UMSNH
¿QUIÉN ES?
Dr. José Arnulfo Blanco García
Biólogo egresado de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con estudios de Maestría y Doctorado realizados en la UNAM.
Actualmente es Profesor Investigador Titular A de Tiempo Completo en la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, es Coordinador del Laboratorio de investigación en Ecología de la Restauración y Coordinador del Jardín Botánico Nicolaíta “Melchor Ocampo”.
Durante 2009-2011 fue Director del Parque Estatal Cerro Punhuato en Morelia, Michoacán y tuvo a su cargo la responsabilidad de establecer el Jardín Botánico Cerro Punhuato. También ha acumulado varios años de experiencia en el tema de conservación y restauración de Áreas Naturales Protegidas de carácter estatal.
Fue representante del subcomité científico que asesora a la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, también representa a la UMSNH como vocal del sector académico en el Consejo de planeación y manejo del Parque Estatal Cerro Punhuato.
CARACTERÍSTICAS DE LA MICROCUENCA
En México, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) es la encargada de la administración del agua en el país. La dependencia determinó 37 regiones hidrológicas, mismas que representan los límites naturales de las grandes cuencas del país.
Una de las regiones hidrológicas más importantes es la región denominada “Lerma-Santiago”, esta región abarca los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas.
Dentro de esta región hidrológica se encuentra la cuenca del Lago de Cuitzeo, la cual es el segundo lago de mayor extensión en México.
Entre los escurrimientos superficiales más importantes que drenan al lago de Cuitzeo, destaca el río Grande el cual atraviesa la ciudad de Morelia y cuyo principal río tributario es el río Chiquito.
Para el investigador de la Universidad Michoacana las cuencas son fundamentales. “Las cuencas son unas unidades del territorio que consideramos muy adecuadas para el manejo y la administración de los recursos naturales”.
“A diferencia de algunos límites políticos administrativos, como los límites municipales o los límites estatales o los límites en ejidos o propiedad privada (que son límites fijados por el ser humano), las cuencas son fijados por la naturaleza; donde el agua del ciclo hidrológico transcurre a través del territorio con base en la topografía que éste tiene en las partes altas y las partes bajas”.
¿QUÉ ES UNA CUENCA?
Según la Ley de Aguas Nacionales, una cuenca es la unidad del territorio, diferenciada de otras unidades, normalmente delimitada por un parte aguas o divisoria de las aguas en donde escurre el agua e distintas formas, y ésta se almacena o fluye hasta un punto de salida que puede ser el mar u otro cuerpo receptor interior, a través de una red hidrográfica de cauces que convergen en uno principal.
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¿CÓMO SE DELIMITAN LAS CUENCAS?
Las cuencas se delimitan por tres factores principales:
1) las zonas más altas de las montañas
2) el flujo natural del agua
3) el punto de concentración de la misma, es decir, la zona más baja donde el agua confluye hacia el mar, un lago u otro río
La microcuenca del río Chiquito se encuentra inmersa en la cuenca del Lago de Cuitzeo. Se encuentra en la zona alta de la cuenca y en los límites de la subcuenca y de la región hidrológica del Balsas.
La microcuenca del río Chiquito cuenta con una extensión de aproximadamente 90 km2 y la totalidad de su área se localiza dentro de los límites del municipio de Morelia.
Siguiendo la hidrología de la cuenca, al sur se encuentran las zonas altas donde nacen la mayoría de los manantiales (San Miguel del Monte y Jesús del Monte), ahí se forman los diferentes arroyos y otros cuerpos de agua que se unen al cauce principal, el cual conforme va fluyendo hacía las partes más bajas al norte de la cuenca, se convierte en un canal rectificado al entrar a la zona urbana de Morelia, a la altura del Club Campestre.
“Esta parte sur de Morelia, donde está la microcuenca del río Chiquito pertenece al eje volcánico transversal y es una vegetación de mayores altitudes, que tiene tipos de vegetación bien relevantes: bosques de coníferas, bosques de encino, bosques mesófilos de montaña…”, explica el Arnulfo Blanco.
“Al tener esa peculiaridad pues los pocos bosques en buen estado de conservación que nos quedan en el municipio de Morelia, y en esta región, pues están en la microcuenca del río Chiquito y ahí alberga una gran cantidad de especies relevantes porque están en alguna categoría de riesgo en las normas de protección mexicanas, o si no están incluidas sus poblaciones, son muy reducidas.”
En términos ecológicos, la microcuenca “es muy relevante por la provisión de servicios hidrológicos”. Esta zona aporta 45 por ciento del agua que consume la ciudad de Morelia.
Según el Programa de Desarrollo de Morelia (2010), 10 por ciento del agua que abastece a la ciudad viene de los manantiales de San Miguel del Monte, “más aparte la microcuenca tiene en su zona de recarga la presa de Cointzio que produce el 35% del agua de los morelianos. Es decir, 45% de agua que consume la ciudad de Morelia viene de la microcuenca del río Chiquito”, señala el investigador.
MICROCUENCA DEL RÍO CHIQUITO, ZONA PROTEGIDA A MEDIAS
La microcuenca del río Chiquito resulta de gran importancia por su trascendencia ecológica, por la alta tasa de biodiversidad y sobre todo por los endemismos: especies únicas que sólo habitan este territorio como el Ajolote de Montaña.
En el municipio de Morelia existen ocho áreas naturales protegidas, de carácter estatal, de las cuales cinco se encuentran total o parcialmente dentro de los límites de la cuenca del río Chiquito: Pico Azul-La Escalera; Cañadas del río Chiquito; Loma de Santa María y Depresiones Aledañas; Parque Francisco Zarco y el Cerro Punhuato y su ampliación.
A pesar de esa protección, el doctor Arnulfo Blanco explicó que la zona sur de la microcuenca está siendo transformada.
“Se le ha cambiado, se le ha transformado mucho con los cambios de uso de suelo para uso habitacional o para cultivo de aguacate. Es una zona de mucho valor para Morelia”.
Y es que aunque la administración y manejo de las Áreas Naturales Protegidas es competencia de la Secretaría de Medio Ambiente de Michoacán, en los decretos se señala que la “Secretaría en coordinación con el Ayuntamiento, los dueños del territorio y las instancias correspondientes formularán y asesoraran la ejecución de los Planes de Manejo”.
El Plan de Manejo es el instrumento de planeación y normatividad, donde se establecen los criterios y lineamientos de las actividades específicas a las que se sujetará la administración y manejo del área.
De las cinco ANP presentes en la cuenca sólo una de ellas -Loma de Santa María y Depresiones Aledañas- cuenta con plan de manejo recientemente publicado.
Al preguntarle al doctor Arnulfo Blanco si los procesos de degradación, por el cambio de uso de suelo en esta zona, se han acelerado en los últimos 20 años, el investigador no duda en decir que “sí”.
“Claro que se han acelerado… la Loma de Santa María, Las Cañadas del río Chiquito, la parte más alta de la microcuenca donde está Jesús del Monte y San Miguel del Monte, todos tienen procesos de degradación acelerado; de transformación del hábitat; daño a la flora y daño a la fauna…”.
“Tenemos que voltear a ver ese pedazo de tierra que todavía conserva elementos naturales; que tiene especies en peligro de extinción, de flora y fauna y que debemos conservarlo porque si perdemos eso, de verdad, ya casi perdimos todo lo natural que teníamos en el municipio, en la microcuenca. Ya no hay más…
«Ve el Cerro del Águila como se lo están devorando, también; ve el Cerro del Quinceo, igual… Si perdemos eso, de verdad, ya no vamos a tener nada natural o algo original de lo que teníamos”.
¿Qué tipo de especies hay en este lugar?
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